Guiso de azukis con calabaza

Uhmmmmmmmmmm!!! y otra vez… uhmmmmmmmmm!! y… uhmmmm… De verdad podría tirarme así todo el día desde que probé este guiso. Lo podría resumir en tres palabras como, cálido, dulce y cremoso. Para estos días de frío que han hecho y que están haciendo, aunque en Almería no es que haga un clima polar, pero vamos, que cuando dice de hacer fresquete, lo hace, o al menos para mí.

Este guiso, se me ocurrió hacerlo por una sencilla razón, tenía azukis compradas, que nunca había probado a cocinarlas, y calabaza…. CRI CRI, CRI CRI… sí sí, es que eso es todo, por eso me decidí a hacerla. Y no veas, la sorpresa que me llevé cuando lo probé. Buahhh, brutal, un sabor que jamás me hubiera imaginado con unos simples ingredientes. Ya había investigado algo sobre las judías azukis, que provienen de tierras japonesas, y que al parecer, además de sus magníficas propiedades (que después comentaré brevemente), se utilizan mucho para realizar postres por su sabor tan dulce… y os aseguro que sorprende. A ver si me atrevo más adelante, y preparo algún «postre sin culpa» con esta legumbre.

Estos azukis, taaaaan ricos y dulces, que si miráis la foto, son taaaaan cuquis!, nos aportan un montón de beneficios, como por ejemplo, que facilitan los procesos digestivos y favorecen el desarrollo de la flora intestinal. Su aporte en tiamina o vitamina B1, la hace perfecta para procesos de desintoxicación, protege nuestro corazón y estimula el funcionamiento de nuestro riñón, ayuda a regular el azúcar en sangre, y altamente aconsejada para los periodos de embarazo, por su riqueza en minerales, así como su capacidad de estimular la leche materna. (Estas cosillas no me las invento yo, jajaja, investigando y leyendo, como dije en mi post SOBRE MI, me he vuelto una «friki devora libros, documentales, cursos…»)

Os parece poco? Pues, a ésto, hay que sumarle lo que ya hemos dicho anteriormente, y es su cremosidad, su dulzor, y la calidez que aporta en estas fechas de fresquito.

Ahhh, y otra cosilla más, antes de pasar a su preparación, es lo fácil que es cocinarlas, como cualquier otra legumbre, solo que requiere otros tiempos de cocción, que explicaré ahora.

Y como curiosidad, contaros, que al parecer, por las tierras de Oriente, las llaman, «El Mercedes» de las legumbres!! jajaja, así que, eso resume todo, desde luego! 🙂

Podéis comprarlas en cualquier herbolario, al igual que el resto de ingredientes, como el alga Kombu, que se usa, entre otras cosas (que ya os contaré en la sección de curiosidades, que colgaré en breve), para salar las legumbres de forma más natural y aportar otros minerales, durante su cocción. Además de que las hace más digestivas. Tomaaaa, cuántas cosas hemos aprendido hoy eh?? 😉

Y… llega el momento más esperado! A cocinaaaaar!!

GUISO DE AZUKIS Y CALABAZA

• Cantidad: 4 raciones
• Tiempo: 8 h de remojo + 45  u 80 minutos de cocción de los azukis (según si utilizáis olla express o a fuego lento)  + 20 minutos resto del guiso
• Utensilios: Olla express o convencional + sartén 

Ingredientes:

• 350 g de azukis
• 3 partes de agua por cada parte de azukis
• 1 tira de alga kombu de 2 centímetros de ancho (si no tenéis, no pasa nada, pero es recomendable por todo lo que aporta)
• 1 calabaza mediana, 1kg aproximadamente. (Esto en realidad es al gusto)
• 2 puerros.
• 1/2 vaso de salsa de soja o tamari, eso sí, de herbolario, porfi, porque la que venden en los supermercados, no es salsa de soja, es un alimento procesado con un montón de ingredientes que no tienen nada que ver. Por este motivo no añadimos sal a estar receta, porque la salsa de soja hace esta función.

Preparación:

1. Ponemos en remojo la noche anterior los azukis. Si no os acordáis, solo tenéis que sumar al tiempo de cocción 1/3 más del estipulado. 
2. Cogemos nuestra ollica express y echamos los azukis, más las tres medidas de agua y añadiremos una tira de alga Kombu. Y aviso!! No añadir sal, porque al final le echaremos salsa tamari o de soja!!
3. Tapamos y cuando la válvula empiece a girar o a sonar, o como quiera que haga vuestra válvula :), bajaremos el fuego al mínimo y coceremos durante 45 minutos. Si lo hacéis de manera tradicional, serían unos 90 minutos.
4. Transcurrido el tiempo, abriremos y observaremos que nuestros azukis, taaaan cuquis, están perfectamente cocidas.
5. A continuación, cogemos la calabaza y los puerros y los cortamos en trozos grandes… o al menos a mi me gustan grandecicos. Esto ya como más os guste. Y en una sartén, con un poco de aceite de oliva virgen, lo salteamos unos minutos a fuego suave, muuuuy suave. 
6. A continuación, cubrimos la calabaza y el puerro, peeeeeero, no cubrir demasiado, sino que asomen un poco los trozos por encima del nivel del agua. Lo ideal es hacerlo con el agua que sobra de cocer los azukis. Yo lo que hago es coger un colador grande, lo pongo encima de la sartén y vierto los azukis en el colador, para que todo el agua restante caiga sobre la calabaza. Y si faltara, entonces le añadís agua mineral. Reservamos los azukis aparte.
7. Dejamos cocer todo esto unos 15 o 20 minutos, o hasta que la calabaza esté al dente o tierna, según nos guste.
8. Y finalmente, mezclamos lo que tenemos en la sartén, junto con los azukis (en la olla, para mayor comodidad) y, ya fuera del fuego (esto es muuuuuy importante, porque la salsa de soja no debe hervir, ya que pierde sus propiedades), le añadimos la salsa de soja y removemos suavemente para no destrozar los ingredientes, que ya estarán cremositoooos…
9. Y….. ÑAM ÑAM ÑAM… aaaaaaaa comeeeeeeeeeeeeeeer!!

Perdonadme la expresión, pero creo que lo váis a flipar!! 😉 Riquísimas!! 

Ahhhh, se me olvidaba!! El alga kombu, también se come!!