Bombones crudiveganos de chocolate con nueces

Heyyyy!! Esta receta es surprise total! No os lo esperabais eh? 😉 Pues, además de la receta de las Tortitas del AMOR de trigo sarraceno, que publiqué ayer, os tenía preparada una sorpresita, BOMBONES CRUDIVEGANOS DE CHOCOLATE CON NUECES!!… para los más atrevidos, y para los que no lo son, que se atrevan! Hombre ya! Que todas mis recetas son muy sencillas… y diréis, «sí claro, sencillas… pero si es como los que venden! Cómo van a ser fáciles?!» Pues sí, las cosas que venden, a veces, pensamos que son imposibles de hacer en casa, porque hacen falta máquinas o ingredientes imposibles de conseguir… y pensándolo bien, así es… porque si miramos todos los aditivos que llevan unos simples bombones de chocolate negro como estos… pues sí, yo también pensaba que eran imposibles de hacer en casa. Peeeero… 😀 aquí esta BioCocina con PituFina, para mostraros que todo, y cuando digo todo, es todo, se puede hacer en casa, fácil, sencillo, y, evidentemente, más sano y nutritivo. La única pega que le veo, para algunos de vosotros, es que, los ingredientes, normalmente os suenan a chino XD, pero es normal, no sois raros por ello eh? A mí, al principio, me pasaba con todo, y me volví loca hasta que le cogí el truquillo a la nueva forma de cocinar, y a los nuevos alimentos, nombres, donde conseguirlos… Nadie nace sabiendo de esto… bueno… ni de esto, ni de nada! Querer es poder!

 Como os comenté en el post de las tortitas del AMOR de trigo sarraceno (que por cierto, vaya nombre friki que se me ocurrió… me salió sin pensar 🙄 , y ala! ahí que lo encasqueté!, menos mal que con este lo he pensado un poco más…), bueno, pues como decía… San Valentín, en mi caso, no es un día que me encante, porque me considero cero consumista (excepto de comida rica, rica XD ñam), pero, sí entiendo, que a veces, vamos siempre con prisas, y no caemos en tener detalles con nuestra pareja, o nuestra familia, o amigos… y estos días, como que te «obligas», y al final se viven experiencias muy bonitas, y que merecen la pena, aunque hayan surgido por cuestión de una fecha determinada para ello. Y, por este motivo, os presento una de mis recetas favoritas, y de las que más éxito tiene. De hecho, hoy he llevado unos cuantos bombones al trabajo, y la cara de mis compis, cuando le han dado el primer mordisco… ejem, no sé si decirlo aquí (y es que yo, y los temas sexuales, y escatológicos, no hay conversación de comida, que no caigan)… era orgásmica!! Sí, sí… sin exagerar, y lo más suave que me han dicho es: «Están increíbles!, Eva, alucinante, riquísimo, uhmmm». Y yo, más feliz, que una perdiz 😀 También os comento, que una vez que aprendes a hacerla, ya te ofrece un sinfín de posibilidades increíbles, en cuanto a rellenos, a formas… Os animo, como siempre, a que experimentéis!! Yo a veces hago cosas incomibles, pero no tiro la toalla 😉 Así que, a por todassss!!

Cuánto corazón eh?? Pues están increíbles, de sabor, textura y olor! Mirad, están hechos con cacao puro en polvo, sin azúcar, sin nada de aditivos, puro, purísimo; manteca de cacao, que es básicamente, lo que hace que el cacao solidifique… a simple vista parece chocolate blanco (de hecho tengo una receta para publicar, que lleva chocolate blanco, que uhmmm 😛 ) y para comprarla, la encontraréis en cualquier herbolario o tienda de productos ecológicos. Si sois de Almería, en la sección Dónde comprar, os indico donde consigo todo lo que uso para mis recetas (no es barata, pero dura mucho, porque no es algo que comemos a diario); seguimos con los ingredientes, que me lío, me lío, y no veas… nueces para el relleno, aunque podéis usar el fruto seco que queráis (avellanas, almendras, anacardos…) y un par de ingredientes más.

Como os dije en el post de Batido de chocolate con estevia, tenemos que diferenciar el cacao, del chocolate, ya que, este último puede contener un mayor o menor porcentaje de cacao. Cuanto más cacao contenga, más disfrutaremos de sus propiedades saludables. También es importante destacar que el cacao es estimulante, así que no hay que abusar de él… con una onza al día, o una cucharada, tendríamos sus beneficios, pero no sus perjuicios 😀 Así que un bombón al día, y vamos que chutamos… pero bueno… un día es un día!

No voy a dejar de hablaros de lo que nos puede aportar el chocolate, puro, eso sí. Porque cuando conocemos lo que comemos, y nos hacemos más conscientes, lo disfrutamos más… o al menos, a mi me pasa… De hecho, se puede comer meditando (Ohhmm), es decir, poniendo todos los sentidos en lo que estamos haciendo, viviendo el AQUÍ Y AHORA! Os acordáis del anuncio del Magnum? Que se veía, prácticamente, solo la boca de una chica, mordiendo el helado, y se escuchaba el crujir del chocolate, y su cara era puro placer!!!!! Pues así deberíamos comer cada alimento! Probad con estos bombones, o con cualquier otra cosa… Probad a estar en silencio, mirad el alimento, observar su color, olor, y después su textura y su sabor, tomaos vuestro tiempo… veréis cómo el disfrute es muuucho más intenso de lo habitual. Probad y me contáis!!!

En cuanto a las propiedades del cacao, son: antioxidante, magnesio que es bueno para el sistema nervioso, calcio, vitamina C, fibra que ayuda a depurar el organismo, y contiene triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, que produce felicidad. Por eso, el cacao mejora estados de ansiedad, irritabilidad, depresión… Para San Valentín es ideal que no estemos muy ansiosos o deprimidos, no creéis? XD

Y sin más, a por la receta!! Ñam, ñam, ñam

BOMBONES CRUDIVEGANOS DE CHOCOLATE Y NUECES

• Cantidad: 40 bombones aprox.
• Tiempo: 25 minutos + tiempo que necesitan para endurecerse (un par de horas)
• Utensilios: olla + utensilio para baño maría + moldes para bombones + picadora

Ingredientes:

• 120 g de manteca de cacao
• 100 g de cacao puro en polvo, sin azúcar ni aditivos.
• 120 g de nueces
• Una pizca de sal (intensifica el dulzor)
• 2 cdas. de aceite de lino (si no tenéis, podéis echarle de girasol, el de oliva no lo he probado en esta receta, pero puede ser demasiado intenso)
• 2 cdas. de sirope de ágave (podéis echarle otro endulzante, como melaza de cebada, o miel si no sois veganos).

Preparación:

1. Troceamos las nueces, en una picadora, para que queden trocitos pequeños, pero no las hagáis polvo, porque nos interesa el toque crujiente que le dan a los bombones. Mirad, en esta foto se aprecian los trozos! Uhmmmm

2. A continuación, ponemos una olla con un par de dedos de agua a calentar, pero no dejamos que hierva. Ya que, para que el chocolate no amargue, y se quede brillante, y sea crudivegano, no debemos fundir la manteca de cacao a más de 42 grados. Para eso, si no tenemos termómetro de cocinar, se sabe, más o menos que está a dicha temperatura, cuando el agua presenta burbujitas, pero sin hervir. Yo, para que os hagáis una idea, en la vitrocerámica, yo lo pongo al principio al máximo, y en un minuto, que empiezan a asomar las burbujas, lo bajo casi al mínimo (mi máximo es el 9, y lo dejo después en el 2).

3. Ponemos el utensilio para el baño maría en la olla (que no toque el agua, porque subiría la temperatura, aunque lo más importante es, que el agua no hierva!!). Y, en este momento echamos la manteca de cacao en el recipiente, y con una lengua de silicona vamos removiendo suavemente (tarda un ratito) hasta que se funda del todo. La manteca de cacao tiene el color del chocolate blanco, y cuando funde, se queda como si fuera aceite vegetal, transparente y amarillento.

4. Ahora, echaríamos el cacao en polvo, y seguimos removiendo con la lengua de silicona suavemente, hasta que no quedan grumos. En este paso, iréis observando, como se va quedando con una textura de chocolate fundido caliente, como el que utilizan para postres en los restaurantes, que… ufff, uhmmm, ayss, ñam… de verdad… pintaca!, pero seguimos XD

5. Una vez tenemos todo fundido y sin grumos, echamos las 2 cdas. de aceite de lino (o girasol en su defecto, y no digo de oliva, porque quizá le dé demasiado sabor), la pizca de sal, y el endulzante y seguimos removiendo.

6. Acto seguido, echamos los trocitos de nueces (o almendras, o el fruto seco que hayamos elegido) y removemos. 

7. Retiramos el recipiente del baño maría, y, con la ayuda de un cucharón, o bien directamente desde el recipiente (con cuidado de secar la parte de abajo, para que no caiga agua del vapor acumulado, en los bombones… mejor si secáis con un pañito), vamos vertiendo la mezcla en los moldes hasta el borde. No os preocupéis si rebosa. Cuando hayamos rellenado todos los huecos, pasamos por encima la espátula, o un cuchillo, o la lengua de silicona, para «barrer» los restos que queden por encima y se quede el chocolate a ras del molde. Y esto que sobra, ni se os ocurra tirarlo!! Nooo, eso lo echáis en un recipiente y cuando solidifique, u os los coméis, o los dejáis para hacer virutas de chocolate.

8. En este momento, nos llevamos los moldes a un lugar fresco (yo los saqué a la terraza, porque hacía rasquilla) y dejamos que solidifique a temperatura ambiente (un par de horas, o si no, comprobáis antes, no seáis agonías 😀 ), y si fuera verano, pues al frigo.

Y…, toma, toma, toma!! Ya tenemos nuestros bombones. Ricos y crunchy, crunchy!. Solamente tenemos que desmoldar, y comer!! Yujuuuuu… Y si sobran 🙄 pues a un recipiente de cristal, y al frigo, que dura muuucho tiempo… como cualquier chocolate.

Animáos, y me contáis porfi! A disfrutar, corazones ❤